Una tradición milenaria; una exigencia contemporánea.
Para los Antiguos, el otium era una búsqueda de grandeza interior — una elevación por estudio, contemplación y transmisión. Lejos del tumulto de la Ciudad, el otium abría un umbral de Silencio; un santuario para formar el espíritu; una ascensión.
Este legado, hemos decidido reavivarlo. OTIUM defiende una exigencia olvidada, inscrito en el corazón de nuestro patrimonio : transmitir un pensamiento fecundo. Para ello, seleccionamos Praeceptor de excepción con el fin de edificar un lugar consagrado al Saber — selectivo en su creación, generoso en su difusión.
A la manera de Petrarca, primer humanista del Renacimiento, creemos en el regreso a las alturas por la vía de la exigencia. OTIUM, Maison consagrada al Saber, es también un remanso de armonía: entre rigor de la selección y accesibilidad del compartir; entre intimidad de una academia y eco silencioso de los espacios infinitos…
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Otium cum dignitate.
